lunes, 5 de febrero de 2024

A un año de tu partida querido Ramiro Vasquez

El alma regresa a su fuente,

el cuerpo a la arcilla,

el espíritu a su simiente

la mente a su orilla.

 

Ya no hay más caminos

en el polvo del tiempo,

no se detienen los pasos

llegando a la última estación.

 

Tan solo queda el silencio,

la descarga del peso de

uno mismo, que por indicio

corte este dolor, el tormento

de un hilo que está por rasgarse.

 

El aposento está estrecho y oscuro

luce más pálido el amanecer,

la almohada del insomnio

no responde mis ruegos,

largas noches que no acaban

de silencio y pesares amargos

flores y espinas secas llevaban.

 

Cuando aparece la aurora

estalla el deseo de escapar,

el pobre corazón se deteriora

a sus locas aventuras despojar.

 

El cuerpo aplaza la despedida,

el frío a la eternidad será un alivio,

la huida no es precipitada,

en la muerte y la vida hay un desvío

 

El olfato se deleita en el perfume

de los rezos y los cirios

de pronto una caricia puede

caer en los ojos con colores fríos

 

Porque cualquier

mañana puede ser anochecer

 

Es un misterio la vida

vetusta nostalgia

presente poema

futura partida.

 

Los recuerdos se sostienen

en el péndulo del reloj

como instrumento de vida.

 

Te irás como el viento

al Edén prometido

a buscar un rincón

silencioso sin olvido.

 

 

Serán cenizas tus canciones

sobre el surco y  al borde del río  

 se disiparan los afanes

notas con aliento de lirio

 

Tu voz contará tu historia

resistirá al tiempo

como el vino y la sal

el canto es tierra

y tu voz su semilla

 

Señor llevadme!

No soporto más tempestades.

 

Devastado, rendido con humildad,

despojado de toda vanidad.

voy a tu encuentro, dadme tu mano

me voy como he soportado la vida

que me cubran las hojas

que me cubran las flores

que me cubra el sol,

que me cubra tu amor.

desde esta colina de sombras

en mis sueños digo adiós.

 

 

Víctor Hugo Montalvo C.

02/05/2024


 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis congratulaciones Víctor por ese hermoso poema que luce cual un río de letras hermosas versadas muy profesionalmente un abrazo
Angelica

Anónimo dijo...

Gracias querida amiga Angélica por tus palabras

Anónimo dijo...

¡Qué pena enorne! Te abrazo Vic, la vida es un suspiro que sólo se prolonga en el recuerdo. Se que cada tiempo compartido con tu amigo Ramiro son bálsamo. Siempre te tengo presente en medio de las circunstancia esquivas y en medio de nada, tuya.

 
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